sábado, 26 de noviembre de 2011

Caminando en la madrugada.

Tapado con una bufanda de casi dos metros, una chupa de piel sintética más unos pantalones pitillo con unas botas con el interior de borreguito y mientras te haces pipí, el frío húmedo te hiela las piernas e impide a tu cuerpo mantener su temperatura de casi treinta y seis grados. Tengo frío.

Aún te queda un trecho para llegar a casa y es la 1.35 de la madrugada.

- Abrázame, te gusta y a mí también, lo sabes. Así no tendrás tanto frío. Conmigo puedes estar eternamente aunque debes saber que sufrirás. Pero no será mi culpa, sólo tuya, eso también lo tienes que saber. Te encanta poseerme con tus manos, manipular cada uno de los rincones de mi cuerpo y descubrir experiencias nuevas que con otro no podrías. Soy tuyo, dependo de ti totalmente. Poséeme cuando te plazca. Pero soy sólo algo material que actúa cómo puente entre tu mundo inconexo y paralelo y la realidad, que lo sepas. Seguro que el trayecto a casa se te hace más ameno. Tú... tan sólo mira. Lleva las realidades al submundo, transfórmalas y mírame a los ojos. Algún día te comprenderé.

El frío continúa helándome las piernas que destemplan mi cuerpo a pesar de que he caído en sus tentaciones. Pero al menos he conseguido olvidarme del pipí.









Juan Carlos Calduch ©







2 comentarios:

  1. El blog no debería llamarse, fantasías de un niño tonto. Sino, las meadas de Juan Carlos, porque te meas y casi siempre cuando estás escribiendo xD.

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  2. Si, es cierto, siempre seré yo el que estrene los baños de todos los bares. Pero me meaba en aquel momento no ahora.

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